Estoy enamorado de tí, María
Hoy quisiera comentar uno de los acontecimientos más importantes de los últimos años que me han ocurrido.
Por fin he conocido a la persona que he tenido siempre idealizada, la que siempre he venido soñando y la que hasta el día de hoy, cumple con todos mis deseos, mis sueños y mis ilusiones.
Su nombre es María.
Puedo decir que me enamoré de ella prácticamente desde el primer día que la conocí y empecé a hablar con ella. Creo que primero me impresionó lo bien amueblada que tiene su cabeza. La inteligencia es algo primordial para mí y ella la tiene, de eso no hay duda. Eso lo descubrí muy, muy pronto.
Después María, poco a poco, me fuí enamorando de todo tu conjunto. Tu sinceridad, tu simpatía, tu forma de enfocar la vida -tanto en el pasado como tus pensamientos acerca del futuro-, tu forma de ser madre y educar a tus hijos, tu perspectiva de las situaciones, tu forma de ser, tu educación, tu saber estar en cada situación, tu belleza física y espiritual. En definitiva: SÍ María, realmente estoy enamorado de ti, muy enamorado.
Tu has conseguido sacarme de ése letargo en el que me he encontrado durante tantos años. Me has dado vida, me das vida en cada momento. Nuevos bríos, nuevos aires, nuevas ilusiones –ilusiones amagadas en mi interior y que no afloraban-.
He venido –desde hace ya muchos años-, viviendo en una especie de depresión oculta, de la cual yo, -sin darme quizás cuenta de ello-, me estaba apagando y quitando las ilusiones y deseos de vivir.
Ojalá que ésa llama que hoy arde en mi corazón no se apague jamás.
Gracias María por haberme dado la oportunidad de conocerte.
Por fin he conocido a la persona que he tenido siempre idealizada, la que siempre he venido soñando y la que hasta el día de hoy, cumple con todos mis deseos, mis sueños y mis ilusiones.
Su nombre es María.
Puedo decir que me enamoré de ella prácticamente desde el primer día que la conocí y empecé a hablar con ella. Creo que primero me impresionó lo bien amueblada que tiene su cabeza. La inteligencia es algo primordial para mí y ella la tiene, de eso no hay duda. Eso lo descubrí muy, muy pronto.
Después María, poco a poco, me fuí enamorando de todo tu conjunto. Tu sinceridad, tu simpatía, tu forma de enfocar la vida -tanto en el pasado como tus pensamientos acerca del futuro-, tu forma de ser madre y educar a tus hijos, tu perspectiva de las situaciones, tu forma de ser, tu educación, tu saber estar en cada situación, tu belleza física y espiritual. En definitiva: SÍ María, realmente estoy enamorado de ti, muy enamorado.
Tu has conseguido sacarme de ése letargo en el que me he encontrado durante tantos años. Me has dado vida, me das vida en cada momento. Nuevos bríos, nuevos aires, nuevas ilusiones –ilusiones amagadas en mi interior y que no afloraban-.
He venido –desde hace ya muchos años-, viviendo en una especie de depresión oculta, de la cual yo, -sin darme quizás cuenta de ello-, me estaba apagando y quitando las ilusiones y deseos de vivir.
Ojalá que ésa llama que hoy arde en mi corazón no se apague jamás.
Gracias María por haberme dado la oportunidad de conocerte.
<< Inicio