
Hoy, ¡¡¡ por fin ¡¡¡, puedo dar una buena noticia.
Hace unos meses me encontré con la siguiente situación: Yo venía abonando el 50% de la hipoteca de mi vivienda. Al estar “separado” de mi ex, el piso y todos sus enseres, se asignaron a mi ex y a mi hija. Hasta ahí todo normal. Como yo venía pagando el 50% de la hipoteca, lo lógico, lo correcto, lo normal, es que en la Declaración de Renta, me desgravase dicho 50% cosa que vine haciendo desde mi separación judicial. La sorpresa me la llevo cuando un funcionario del Ministerio de Hacienda me indica que NO PUEDO DESGRAVARME dicho 50% dado que ése domicilio “no era mi vivienda habitual”.
Efectivamente, no era mi vivienda habitual por decisión judicial. Compruebo por diferentes medios la certeza de dicha indicación y, efectivamente así lo ponía en la Ley. Ante mi descomunal enfado, dirijo carta al Defensor del Pueblo, por entender que me siento discriminado con respecto a otras personas que sí se desgravan su hipoteca. Se me responde que no tengo razón, dado que así lo pone la Ley.
No tranquilo con la respuesta, dirijo carta a todos los Grupos Parlamentarios con representación en el Congreso de los Diputados y ayer, día 2 de Noviembre de 2006, leo la siguiente noticia en el periódico La Vanguardia:
TEMA REFORMA FISCAL 2007
El diputado de CiU Josep Sánchez-Llibre valoró la reforma, sobre todo, porque el acuerdo entre su grupo y el Gobierno ha conseguido que en 2007 haya menos presión fiscal. Una circunstancia que, en su opinión, "revertirá en la generación de empleo y en un mayor incremento de la actividad económica", si bien, admitió que "se podía haber llegado más lejos". Entre las enmiendas pactadas con el PSOE, Sánchez-Llibre destacó una que pretende evitar que las personas casadas que pagan la hipoteca de la casa en la que viven y de la que se desgravan, pierdan esta deducción si se divorcian o se separan. En otra de las enmiendas se permite acceder a la deducción por obras en viviendas de personas dependientes a sus parientes "en línea directa o colateral" hasta el tercer grado, "para no discriminar a quienes deben hacerse cargo de ellos".
Así pues entiendo que por fin, alguien en este país, ha tenido la amabilidad de hacerse eco de una total y absoluta discriminación que sufrimos las personas que estando separados o divorciados, nos vemos obligados a “no vivir en nuestro domicilio y además a seguir abonando la hipoteca y, sin posibilidad alguna de deducción”.
¿Estará cambiando algo en el país?.
Ya era hora. Bueno, realmente me siento satisfecho que una acción individual pueda ayudar a una importante cantidad de personas que se encuentran en la misma situación que yo.